Cuando termina un año tenemos en nuestra mente un cúmulo de acontecimientos que nos fueron sucediendo a lo largo de esos 365 días.
¿Quién no tuvo preocupaciones o derramó lágrimas? pero también hubo momentos donde una palabra o una mirada nos hicieron olvidar lo desagradable.
Son esos momentos desagradables los que hay que guardar en la caja del olvido y dejar paso a la ilusión, ojalá que este año que comienza tengáis cada día un motivo para sonreír.
Ojalá, que ese sueño que se repite aún estando despiertos se haga realidad.¡ Feliz 2.010 !
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