Después de las elecciones legislativas celebradas ayer en EEUU todos los habitantes del mundo respiramos más tranquilos, el mundo es un lugar un poco más seguro gracias a la decisión del pueblo americano... eso sí, llega un poco tarde, porque han tenido la oportunidad de reconducir el rumbo antes, concretamente en las últimas elecciones presidenciales. El único peligro se sigue llamando Bush: su estupided puede provocar una huida hacia adelante y en lugar de poner fin a la sangría que está suponiendo la guerra de Irak (sobre todo para los iraquies, aunque en EEUU sólo se cuenten los muertos americanos) se le de por meter el pié en otros charcos. Es fácil adivinar que no se meterá en Corea, porque los coreanos si tienen bomba nuclear y guste o no eso acojona un poco en el Pentágono, pero Iran es igual de frágil que Irak, podría ser invadida rápidamente y decir al mundo que ya han ganado la guerra a las pocas semanas -¿les suena?- aunque después se pasen años recogiendo cadáveres. Todo por un puñado de votos. Todo por un puñado de dolares. Un buen puñado, desde luego, los que han obtenido empresas armamentísticas, constructoras -que ahora cobran a los iraquies por reconstruir lo que los invasores destruyeron- de seguridad, logística,... Los otros puntos conflictivos - sólo para los EEUU, claro- en el planeta están son Siria, Venezuela y Cuba. Miedo me da lo que pueda pasar tras la muerte de Fidel.De poco les sirvió a los republicanos la reciente condena a muerte de Sadaam Hussein, el acto propagandisto mejor calculado por los republicanos. Resulta curioso que se condene a muerte al ex dictador por la muerte de 148 chiitas después de que diversas fuentes americanas hayan estimado que cerca de 700.000 personas hayan resultado muertas desde el inicio de la guerra en Irak. ¿Cúantas veces habría que colgar a George W. Bush? ¿Y a T. Blair? ¿Y a J. M. Aznar?.
Lo cierto es que no existe condena suficiente para ellos. Lo triste es que nunca serán juzgados.
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