Desde el inicio de los tiempos ... de los de este blog, digo, no desde Adán y Eva, he tenido la costumbre de hacer una entrada cada año, más o menos de manera sistemática, cuando terminaba agosto. Una entrada que pretendía no sé si celebrar o recordar o reafirmar el paso de un nuevo año en la existencia de este blog; un cumpleblog o como quiera llamarse. Algo así como un punto y seguido.
Esta vez, la fecha se pasó. Se pasó porque no tenía ganas, se pasó porque estaba ocupado con otras cosas ... se pasó porque se pasó.
Tampoco la demora ha sido significativa; sólo un par de días desde el 30 de agosto hasta hoy; apenas un instante pero, lo que en la vida es nada más que un suspiro, en la web es mucho pero mucho tiempo. Y cinco años son: una eternidad. Acá, las cosas pasan tan rápido que apenas las vemos desaparecen, lo que hoy es top, mañana es demodé; lo que hoy nos fascina, mañana nos aburre.
Pero el tiempo en la web y el tiempo de un blog no se rigen por los calendarios; los días no tienen 24 horas y los años no tienen 365 días. Acá, todo es efímero y a la vez, todo es infinito. Siempre hay alguien para quien lo viejo es novedad y la novedad siempre tiene algo de viejo. Eso es la web. Un lugar sin tiempos; una red que nos entrecruza, nos comunica y nos distancia pero que a la vez, es el germen de ese nuevo mundo que vendrá, que es inevitable y nos contendrá a todos, con nuestras diferencias.
5Si ahora me pongo a escribir esto es porque de alguna manera me siento obligado. Obligado sin obligación. Obligado porque los blogs son para eso, para dejar salir lo que uno tiene atravesado en al garganta.
Obligado porque un comentario del amigo Jabba me recordaba el aniversario y sus palabras me dejaron asombrado: ¿Dónde está el post del quinto cumpleblog? preguntaba sabiendo que no había ninguno.
Y me quedé pensado ¿cuál es la magia que hace que alguien se acuerde de una fecha como esta? Una fecha que bien podría pasar desapercibida porque no significa demasiado y aún así, sabiendo que es una nimiedad, se acerca desde la distancia y celebra y festeja y deja felicitaciones.
Sí eso no es magia qué alguien me explique qué es la magia.
Magia es eso. Magia es la distancia sin distancias. Magia es la realidad de lo virtual. Magia es cruzar los límites sin culpa ni disculpas. Magia es que un blog persista y se apropie de nuestra vida para multiplicarnos; que nos maneje, nos domine y nos moldee. Magia es eso que no se ve y no debe ser explicado. Qué está o no está. Que es o no es.
Obviamente, no puedo traer orquesta ni champan aunque no es por razones de "ajustes presupuestarios" sino más bien por razones de logística pero, de todas maneras, la imaginación podría llegar a servir para cubrir los faltantes.
Y entonces, acá estamos. Cumpliendo con las tradiciones auto-impuestas y sonriendo un poco. Feliz porque a uno lo recuerdan. Triste por lo que se ha perdido. Melancólico, ilusionado, todo al mismo tiempo, igual que frente a cualquier aniversario donde uno se para frente al espejo y se dice a si mismo:
Cinco años ... pensar que yo era tan joven!!!!!!!!!!!
Esta vez, la fecha se pasó. Se pasó porque no tenía ganas, se pasó porque estaba ocupado con otras cosas ... se pasó porque se pasó.
Tampoco la demora ha sido significativa; sólo un par de días desde el 30 de agosto hasta hoy; apenas un instante pero, lo que en la vida es nada más que un suspiro, en la web es mucho pero mucho tiempo. Y cinco años son: una eternidad. Acá, las cosas pasan tan rápido que apenas las vemos desaparecen, lo que hoy es top, mañana es demodé; lo que hoy nos fascina, mañana nos aburre.
Pero el tiempo en la web y el tiempo de un blog no se rigen por los calendarios; los días no tienen 24 horas y los años no tienen 365 días. Acá, todo es efímero y a la vez, todo es infinito. Siempre hay alguien para quien lo viejo es novedad y la novedad siempre tiene algo de viejo. Eso es la web. Un lugar sin tiempos; una red que nos entrecruza, nos comunica y nos distancia pero que a la vez, es el germen de ese nuevo mundo que vendrá, que es inevitable y nos contendrá a todos, con nuestras diferencias.
5Si ahora me pongo a escribir esto es porque de alguna manera me siento obligado. Obligado sin obligación. Obligado porque los blogs son para eso, para dejar salir lo que uno tiene atravesado en al garganta.
Obligado porque un comentario del amigo Jabba me recordaba el aniversario y sus palabras me dejaron asombrado: ¿Dónde está el post del quinto cumpleblog? preguntaba sabiendo que no había ninguno.
Y me quedé pensado ¿cuál es la magia que hace que alguien se acuerde de una fecha como esta? Una fecha que bien podría pasar desapercibida porque no significa demasiado y aún así, sabiendo que es una nimiedad, se acerca desde la distancia y celebra y festeja y deja felicitaciones.
Sí eso no es magia qué alguien me explique qué es la magia.
Magia es eso. Magia es la distancia sin distancias. Magia es la realidad de lo virtual. Magia es cruzar los límites sin culpa ni disculpas. Magia es que un blog persista y se apropie de nuestra vida para multiplicarnos; que nos maneje, nos domine y nos moldee. Magia es eso que no se ve y no debe ser explicado. Qué está o no está. Que es o no es.
Obviamente, no puedo traer orquesta ni champan aunque no es por razones de "ajustes presupuestarios" sino más bien por razones de logística pero, de todas maneras, la imaginación podría llegar a servir para cubrir los faltantes.
Y entonces, acá estamos. Cumpliendo con las tradiciones auto-impuestas y sonriendo un poco. Feliz porque a uno lo recuerdan. Triste por lo que se ha perdido. Melancólico, ilusionado, todo al mismo tiempo, igual que frente a cualquier aniversario donde uno se para frente al espejo y se dice a si mismo:
Cinco años ... pensar que yo era tan joven!!!!!!!!!!!
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